El querer.

Miradas encendidas,
almas apagadas
encerradas en esa cárcel
llamada amor.

Las olas pegan con fuerza,
en mis orillas,
y siento la tormenta pronunciada.
Tus lluvias electrizantes
descolocan mi ciudad
y deshojan mis árboles. 
Pisa toda la escarcha 
de mi corazón 
y derrítela.
Une mis partes, 
que sin darme cuenta
he quemado hasta hacer cenizas.

Reconstrúyeme,
pieza a pieza,
porque hace tiempo 
que sé con certeza
que mi corazón no palpita
y mis roturas son irreparables;
eran.

Las palabras serán mis vendas,
y tu alcohol mis iris,
que azules brillan incesantes
deseando que este dolor
escampe. 

Revíveme, 
quiero sentir.
Simplemente el vuelco,
o las mariposas,
cualquier simple cosa,
con tal de hacer que este vacío
no siga conmigo.






Comentarios

Entradas populares