θάνατος

Y la armadura se desprende,
cae sobre mi espalda,
me oprime el alma,
desangra mis entrañas.

Dolor iracundo retenido
y gritos entrecortados
que desearían haber salido,
me desgarran la vida y
las ganas.

Me rindo,
mi protección hace mucho
que ha caído,
y cada impacto va directo
a mí y luego,
al olvido.

Eliminarme.
Ya no solo hay sudor frío
entre malos sueños,
hay sangre y tormento.
Que la vida acabe.

Mis fuerzas se han evaporado,
junto a la resignación y
todo por lo que he luchado.
Matado,
me habéis matado,
demonios inmundos y
gente que no sabe coser
heridas profundas de la psique.
Acabo,
quiero acabar,
quiero olvidar mi nombre,
la existencia del hombre
y todo el dolor que hay
en mi horizonte.

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