Escalas de negros y poco más.

Yo, yo misma y mi mente.
Ya de nada sirve correr,
arrastrarse a tientas
con la boca abierta
en busca de aire para poder
volver a respirar.

La una, las dos, las tres;
sigo aquí desparramada
como aquella jarra de flores
que rompiste cuando no viste
lo que querías,
como las lágrimas que derramaste
cuando deseabas todo
menos estar en ese lugar.

Escalas de negro y poco más,
puede que a veces el cielo se nuble
y pueda ver gris, quizá,
perlas sucias junto a este hondo mar.
Pero el negro es nítido;
lo veo más claro
que mi reflejo,
más limpio que el agua que
se desliza por mi cara
a borbollones.

Yo, yo misma y mi mente,
a cualquier hora,
atropellando mi ser con
su hiriente palabrería
y las razones de mi final.

Comentarios

Entradas populares