Dependencia.

Siento los fármacos
impulsando mi sonrisa.
Padezco los daños,
cuando nadie mira.

Y la luna es brillante
pero a mí solo me hiela la sangre.

Mi pecho es un mar de lágrimas contenidas,
si tiras tu amor en él,
de lo hondo, jamás aterriza.

Tan solo soy una muñeca
con una risa pintada en el lugar erróneo,
un alma perdida en la negrura
y arrastrada por la medicina.

Y el sol reluce fuertemente
pero a tientas sigo moviéndome
porque a pesar de la luz,
solo siento negrura.

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